La juventud y el mercado laboral: desafíos del presente para un mejor futuro

Por Juan Pablo Brey.-

A inicios del último trimestre de un año que, tanto en lo político como en lo económico, abre más interrogantes que certezas, quienes representamos a los sectores más jóvenes del sindicalismo no podemos eludir la responsabilidad y el desafío que nos toca. Como bien afirmamos en cada una de nuestras actividades, los jóvenes no somos el futuro, sino protagonistas del presente. Y, en tanto tales, no podemos hacer silencio frente a las decisiones políticas que a nuestro sector atañen y, en muchos casos, perjudican.

 

Por eso, no nos mantuvimos al margen del debate por la conocida “Ley de Primer Empleo”, promovida por el Gobierno nacional, que en lugar de resolver el crítico problema laboral que sufren los jóvenes de nuestro país pretende adaptar la legislación para evitar la justa protección al trabajador.

 

Esta ofensiva, de carácter neoliberal, la cual dispone la supresión de las contribuciones laborales, llevando a una crisis en el financiamiento de la seguridad social, repercute en el sector sindical, echando por tierra las conquistas logradas a partir del siglo XX. La rebaja en las contribuciones patronales sólo hará que se cambie a un empleado con más antigüedad, que resulta más costoso, por otro más inexperto y que resulte más barato, avasallando, bajo la idea de promover el empleo hacia los más jóvenes, derechos históricos del movimiento obrero.

 

En igual sentido, desde la Secretaria de Juventud y Protección a la Niñez de la CGT, la cual con enorme responsabilidad presido, celebramos el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que anuló el escandaloso convenio firmado con la empresa McDonald’s, que buscaba legalizar el pago de un sueldo por debajo del salario mínimo, vital y móvil, violando el derecho internacional y la propia Constitución Nacional. Ante este intento de flexibilización laboral, de reducción no sólo del costo de mano de obra sino también de las contribuciones patronales, desde la Juventud Sindical debemos asumir la representación que nos corresponde y ante la opinión pública manifestarnos: para generar empleo en nuestro país, no basta con convenios con privados ni leyes que reduzcan los aportes patronales, sino políticas económicas que estimulen a las inversiones y repercutan en el sector productivo, generando trabajo genuino y bien remunerado.

 

Nuestro modelo sindical argentino, destacado a nivel mundial por su eficacia a la hora de defender y empoderar a nuestra clase trabajadora, no está dispuesto a dejarse engañar por la idea oficial de que la reducción de contribuciones y el subsidio a las empresas generará nuevos puestos de trabajo en un contexto social donde la crisis de empleo es muy grande. Hoy en día a todos los que vivimos de nuestra fuerza de trabajo nos atraviesa, transversalmente, el malestar por las medidas tomadas en el último tiempo. Los despidos masivos que nos afectan tanto en el sector público como privado, la inflación galopante que hace años perjudica nuestros salarios y el sostenimiento de un sistema tributario regresivo, con una fuerte carga impositiva sobre los trabajadores, van en desmedro de nuestra calidad de vida.

 

Ante este presente adverso y complejo, los jóvenes trabajadores de nuestro país deben comprender que sus derechos no están garantizados por un partido político sino que deben ser ellos mismos quienes luchen por alcanzarlos. Las reivindicaciones históricamente conquistadas deben ser defendidas por la juventud, la cual debe ineludiblemente formarse y organizarse en pos de ser consciente de la magnitud del desafío actual y futuro que en términos laborales se percibe.

 

Asimismo, desde la Juventud Sindical somos conscientes del rol que debemos asumir ante este contexto económico que poca certidumbre y confianza nos genera. Sabemos, también, que debemos seguir capacitándonos en pos de mejorar nuestro potencial de conducción, sostener nuestra formación constante para así poder apostar por un sindicalismo que exprese y haga cumplir la voluntad de todos los trabajadores de la Patria, con la fuerza de todos ellos concentrada y organizada. Comprometernos en la defensa a ultranza de los derechos conquistados y desde allí expresar y hacer comprender a la sociedad argentina que el problema de la falta de empleo no está en su costo laboral, sino en la aplicación de un modelo económico que flexibiliza y descuida el motor de nuestro país, que fue, es y será el trabajo.